Aunque grite desesperadamente
las ansias por seguir
decretaran en unisono
la perdida de mi razon.
La tumba de las verdades,
sera cubierta por tierra compacta
gritos de locura por escapar
invadiran el mundo ajeno a mi.
Cantos funebres al alba,
gritos de angustia al ocaso,
de noche no vuelve la calma,
de madrugada siento voces de rechazo.
Golpes en el corazon
encadenamientos de cuerpos
en la cima de la vida,
sin ganas de robar al tiempo felicidad
el alma hechada al viento.
Mi corazón sangrante,
caera en los ríos del alcantarillado,
hasta no dejar rastro de existencia,
mi alma será la ceniza
que formara otro ser Un gusano.
Martin Gala
1 comentario:
Un alma en calma nunca es la de un poeta. Con un golpe de suerte, conseguirá tu corazón sangrante, un momento de sosiego tras las letras de la poesía. Saludos
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