Llegò asi como partió,
Fue un lunes como hoy,
fue hoy
Las luces matinales del atardecer,
arrebataron su rostro de mis ojos,
Y en el suelo,
su sombra
Dejando atrás el rastro
Pareciese que fue ayer, La vi tan hermosa
Y de inquebrantable sonrisa,
Peinaba sus cabellos y la besaba con la miradar,
¡Oh! Cuanta dulzura, cuanto deleite,
Cuando fue que partiste mi dulce brisa de otoño,
Dejando en mis labios el néctar de tu desdén,
Mirarte solo mirando, Sin tenerte e integrando,
Un coro sin notas, música sin voces
Y Un sentir con solos a veces.
Te perdí hoy o en otro tiempo,
Inusitada angustia que me acoge en su regazo,
Mirarte solo mirando, no teniéndote e integrando,
Tu voz sin evocar, con palabras aun no escritas,
Y creaciones fantásticas de tus rastros,
Dulce, semejante a los dioses,
En esta noche negra, Brindo una
Y dos veces más por los dioses.
Mirando solo mirarte,
Buscando tus ojos Entre la muchedumbre,
Sabiéndote encontrada
Y enarbolando aquel beso pensado.
Martin Gala.
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