miércoles, 27 de agosto de 2008

El caminante

dejando atras su pasado , va el caminante ,
rebosante de alegria y satisfaccion sin igual,
presuroso va sin guia alguna,algaraboso rie sin dudar.
Y por que de su tan repentina desicion,si,
en casa su familia aguarda su llegar,dejólese sin respuesta
y hechelóse a andar tiempo atras,llevandose arapos,
y en compañia del can,fiel testigo de su desicion.
mama en penuria sin fin , explicacion no otorga su pensar ,
sin embargo el porque de su felicidad.
Aquel con gallardia sigue su caminar, incesante de alegria y fiesta,
no de farra,ni gala,más si esperanza y añoranza,
cuanta alegria irradia en su andar ,
reparte altruismo a granel,
su vestir pobre y sencillo ,no es causante de admiracion ,ni contemplacion,
y si reconocimiento no busca,ni fama ni gloria añora,
el por que de su andar.
Sin embargo transita por rutas sin fin ,
come del naranjo , y bebe del arroyo,
duerme en algarrobos , y cobija encuentra del huarango,
despierta éste y continua su via,gallardo y sereno sin dudar,
la nochee larga triste y serena
contempla añorante tanta algarabia..
las estrellas ..en su quietud
le miran y suspiran en la algarabia de su andar .... ..
y los pajaros inertes cesan su vuelo al verle ....
tenue y fuerte espera el fiel guardian,lo presuroso de su andar ,
ahi va el caminante , quiza con la alegria de su andar ,
cierto dia lo vi pasar , irradiante éste de alegria ,
y tenaz algarabia,presuroso trate de alcanzarlo ,
cuando en la quietud de la tarde,
espere respuesta alguna de tal algarabia ,
sin dudar al mirarlo hechelose tambien a andar , segui su rumbo ......
martirio//

lunes, 25 de agosto de 2008

el plebeyo

bueno .. espero que les guste la version original del el vals el plebeyo .. alguna gente me dijo que la colocara.. ojala les guste la letra ....

Letra---
El Plebeyo
Autor: Felipe Pinglo Alva

La noche cubre ya con su negro crespón,
de la ciudad, las calles que cruza la gente con pausada acción.
La luz artificial, con débil proyección,
propicia la penumbra que esconde en su sombravenganza y traición.
Después de laborar, vuelve a su humilde hogar,
Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo,el hombre que supo amar,
y que sufriendo está esa infamante ley
de amar a una aristócrata siendo plebeyo él.
Trémulo de emoción, dice así en su canción:
El amor siendo humano,
tiene algo de divino.
Amar no es un delito, porque hasta Dios amó.
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero,
¿por qué quitarme quieren la fe del corazón?
Mi sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo, humilde plebeyo,
no es distinta la sangre, ni es otro el corazón.
Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?
Así en duelo mortal, abolengo y pasión,
en silenciosa lucha condenarnos suelen a grande dolor,
al ver que un querer,porque plebeyo es,
delinque si pretende la enguantada mano de fina mujer.
El corazón que ve destruido su ideal,
reacciona y se levanta en franca rebeldía,
que esconde en su humilde faz.
y el plebeyo de ayer es el rebelde de hoy,
que por doquier pregona la igualdad en el amor.