domingo, 26 de octubre de 2014

OBTUSO

Pinceles sucios, lienzo en blanco
como un camino largo hacia el retorno de la nada

Un agujero negro de óleo,
agujas dentro de un suave algodón
el sonido de lo repetitivo junto a mis parpados secos.

Rojo acrílico  seco de grumos
esa canción tantas veces cantada
único como ese aroma de la infancia
estrecho,
gigante
profundo

silencioso como laguna.

domingo, 12 de octubre de 2014

EL TERROR DEL PACTO

Escuchaba,
las voces del eterno retorno,
rotando alrededor del seol,

El paroxismo de la clausula segunda
se aparto de su rostro,
y su alma salio disparada como proyectil de kalashnikov
directo al abismo.

La mesura de sus actos se perdió ante el resplandor de la mañana,
la carótida que bombea oxigeno y azufre a su desesperación
se bifurca,
conectando el placer del dolor a gaia.

Es cuando se rinde cuentas,
de los cuentos, y cánticos,
a razón de la praxis del dogma socio-pata
como espejo de espejos.

Paradigmatico y disciplinado
como perro de caza,
mordiendo la cola mutilada sin conocer al ser,
ni quien es el ser.

Para derramar arrogancia acápite de tu cara de mierda,
dadas las circunstancias de la sustancia ácida que rodea tu placer esclavo.

A razón de nada,
de victorias compradas,
y miradas castradas,
llenas de sarcasmo y enmierdamiento colectivo,
sin razón de ser, ni quien es el ser,
comprado con monedas de piedra,
condenado a volver,
como perro a su vomito,
como rey a su reino,
como demócrata a su democracia,
como dictador a su dictadura,
como atador a su atadura,
como el retorno hacia el eterno entorno,

dispuesto a pagar el desparpajo de sus actos
en el pacto intacto,
con el trato rotando la periferia del perdón.

Martin Gala


sábado, 11 de octubre de 2014

De pie frente a tus ojos

Once de Octubre.
Los dias han pasado como pasa el viento por sobre la cabeza,
tus ojos caidos de pie sobre la sabana que cubre tu cuerpo,
las ganas de cobijarte entre mis brazos pierden aliento al rozar tu piel,
aunque el tiempo apremia, duermes placidamente por sobre las palabras de mi boca...

Serena, placida, hirviendo,
tu rostro ocupa el intervalo entre el aturdido tiempo de la espera,
y la agonia del despertar,
su llegada,
tu llegada,
de corazon a corazon,
un solo ser,
cuajado de arena y piedra,
de razon y verdad
en la dulce espera.

Martin Gala