martes, 14 de febrero de 2012

CRÓNICAS DE UN SUICIDIO.

Cuando los momentos son eternos no hay porque llorar, si no simplemente deslizarse ante la canallada de vida que llevas, 25 años recorriendo este mundo, 25 años casi muerto, 25 años muriendo, 25 años resucitando día con día, mi nombre se perdió entre la continuidad de los años, amores vinieron, amores se fueron, no me acuerdo cuantos amores murieron, quise, ame, adore, sobrestime, me asesinaron y asesine.

14 de febrero quizá un día como todos, los años anteriores fueron los mismos, solo sentado en una silla, en mi cama, en huacachina, o en algún otro lugar pero lejos de todo, de las miradas de amor cruzadas, del consumismo estupido, de los amantes de hoteles.

Con los amores que tuve, que perdi, que me perdieron, FOREVER ALONE, es quizá un día como todos, pero quise pasarla de otra manera, quizá la maldición me alcanzo, hoy creo en maldiciones, como la niña que me maldijo por mis malditos desequilibrios, quizá todo hubiere sido distinto.

Aunque piense que el amor no es lo que hablan y se dicen las personas, quiero decirlas y que me lo digan a mi, vaya estupidez, intranquilidad y desesperación, otro año mas que termina y me asesina, 25 años solo espere, para suicidarme hoy o quizá mañana.