Cierto día caminaba, julio con su zapatitos rotos, el único par que le quedaba, los remiendos marcaron la historia de sus guerreros piecesitos. La intriga por obtener unos zapatos nuevos lo mataba, papá regresaba muy tarde,ebrio, mamá pintaba sus esperanzas de color azul todos lo días desde el cielo.
Su corazón no pudo mas, cayendo rendido ante un charco de lodo, al pie de una zapateria, un niño de 7 años, con alegría en su rostro a diario, no importándole las llagas ni el dolor en su corazón, aun si las migajas de pan no llegabas a ser comida a diario, si su cabecita llena de piojos se llenaban de llagas podridas, sin atención medica, sin antibióticos, ni analgésicos, solo con las esperanzas cubiertas de color azul esperanza.
Una crónica de diarios locales, le echaran la culpa a sus padres, al gobierno, al sistema, sin embargo, la gente sigue muriendo, acaso las esperanzas, ya no sirven ni para ilusionarse, pido recapaciten, aun queda mucho que caminar........
Martin Gala
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