Escuche la noche llorar
al presenciar morir el sol,
su amante habitual, crepuscular,
que al infinito partirá.
Las lagrimas que recorren sus mejillas
son ríos turbios de amargura,
la desesperación fingió de entereza
cayendo rendida en el charco del vacío.
Fortalezas perdidas enérgicas
refulgentes en el mundo interno
se destruyen ante la desesperanza
del ocaso nocturnal.
A punto de fenecer,
su amante querido regresa del paseo eterno
dador de vida, armonizante y sapiente
seca sus lagrimas con el calor de su amor
los amantes eternos
uno muere,
uno llora
uno regresa
la esperanza vive......
Martin Gala.
1 comentario:
...=^^=...- vida -.
Publicar un comentario